Seguidores

martes, 18 de octubre de 2011

Jabón de vino Cuné

 
Tenía unas ganas de hacer este jabón impresionantes, lo que pasa que el vino, con el ph del jabón, cambia de tono a un marrón de lo más normal, y he estado haciendo pruebas a ver si conseguía un rojo vino. Este no es exactamente lo que quería, pero estoy bastante satisfecha del tono, que he logrado con un "ocre rouge de provenze" (estoy aprendiendo francés, necesidad obliga ;)), de Aroma Zone, y un colorante púrpura neón de Riesgo. Ha salido un poco mas marrón que mi idea, pero es un marrón muyyyyyyyyy bonito, más luminoso al natural que en fotos (soy una fotógrafa maaaaaaaala).  Es una base de oliva, coco y cacao, con un sobreengrasado alto, de 10%, de karité. Lleva la reducción de vino en la traza y ha quedado muy firme porque la lejía la hice hipermegaconcentrada. Me arriesgué y lo metí al horno a 80º dos horas... porque quería usarlo ya mismo! Y ha quedado muy, muy, muy bien. De hecho, ha quedado con un tacto finísimo que me ha sorprendido hasta a mí. Usarlo es una delicia de suavidad y la piel queda perfecta. He usado fragancia de cereza y de frutos rojos para acompañar el tono y creo que he acertado. Ya me diréis!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Aloe vera

Jijijijiji decía yo que repetiría lo de los cucharazos, ¿verdad? Pues ni más ni menos, 3 días después volví a hacerlo. Aquí sí que me enfadé, hasta le sacudí al jabón con la cuchara de madera pero... no lo hagáis nunca, casi me quedo sin gafas: el cabroncete de él rebotó... bueno, yo que tenía todo listo para hacer capitas, ni capitas ni nada, lo metí apretando cual posesa en el molde y aún así lo tuve que meter al horno y alisarlo cuando estaba caliente porque no había manera... el caso... que tampoco me disgusta. Esto va a ser amor de madre, porque tampoco lo veo feo. Es el jabón de Shrek, dices eso y todos los niños de España querrán tener uno. Eso sí, prohibido poner como publicidad "hecho de moco de troll"...

El caso, mi tía tiene una superplanta de aloe con un montón de hijos, de los cuales me traje 3 a casa hace un par de semanas, mas una penca divina de la muerte para echarla en un jaboncito. Así que eso hice. Echarla en el jaboncito en la traza a la vez que la espirulina... tardo más en escribir "piedra" que éso en ponerse como tal... así que otra vez en guerra... luchando contra el aceite de oliva, el de coco, la cera de abeja y la manteca de karité.

El corte, igual que en el anterior, fue hecho con mas amor que arte, pero aquí está, luciendo espléndido ese colorcito verde menta.



Esa cestita que veis al fondo son los alfileres de fimo que hice para mi boda. Hice como 300 para 200 invitados, así que me sobraron un montón, pero no quiero desprenderme de ellos, me encantan. Así como mis saquitos de arroz de colores... ains. El mes que viene hará un año ya de mi boda, y ha pasado rápido, rápido, en comparación con el año de preparativos que pasó lento, lento...

Nutritivo de karité.

Está claro que cuando una usa el 80% de aceites duros y encima usa esencia de violetas, tendrá que enmoldar a cucharadas... eso me ha tocado hacer a mí con este jabón, que huele divino e hidrata mejor. Está hecho con aceite de oliva virgen, aceite de palma ecológico, aceite de coco y manteca de karité... lo sé, lo sé, estaba cantado... per una es que ha nacido "optimixta" y quería probar esta fórmula. A pesar del tropiezo, encuentro que ha quedado una estética bonita. Haré mas veces esto de enmoldar a cucharazos.

Jabón de naranja y café, limpiaolores.

Este jaboncito ha sido todo un descubrimiento porque aunque está formulado para ser limpiador y ligeramente exfoliante, es superhidratante. Empiezo a convencerme de que el jabón artesano, si está bien hecho, es imposible que reseque, aunque se potencie su efecto limpiador.


En este caso, he usado aceite de oliva virgen, sebo de vaca y coco haciendo de base, y con un sobreengrasado de aceite de maíz. El agua ha sido sustituída por café fuerte y en la traza hay añadidas cáscara de naranja en polvo y café soluble.

Aunque es un jabón meramente práctico, aproveché para juguetear con el embudo, y estoy contenta con el dibujo, me parece bastante chulo. Está claro que repetiré con un jabón más estético. De aromas usé una mezcla de rainbow meadow llamada sombrero blend, mezclando aceites esenciales de naranja, litsea cubeba y menta. Fresquito, ideal para quitarnos de las manos los olores de la cocina. Por cierto, ¡doy fe de que elimina el olor de limpiar salmón de las manos!